¿Este tratamiento cura toda clase de cáncer? No se sabe. ¿Qué tipos de cáncer cura de hecho? Tampoco se sabe. Sólo se sabe que ha habido curaciones de muchas clases de cáncer: cáncer de piel, de garganta, de mama, de útero de próstata, de cerebro, del hígado, del intestino, de leucemia, etc. Incluso en personas diabéticas.
¿Es una curación definitiva? En muchos casos la curación del cáncer ha sido definitiva. Otras veces el cáncer, tras haber sido curado, ha vuelto a aparecer de nuevo.
Se puede repetir el tratamiento de nuevo con eficacia. Cuando todavía no se tiene cáncer el tratamiento puede prevenir o evitar durante un año. Este tratamiento se puede hacer siempre, en cualquier estado de cáncer. Por supuesto es mejor si el tratamiento se empieza cuanto antes. Pero aun cuando el cáncer sea viejo y aun cuando parezca ya irremediable a los ojos de todos, son muchas las veces en que el tratamiento ha surtido efecto.
Este tratamiento se puede hacer simultáneamente con cualquier otra cura del cáncer, por ejemplo la quimioterapia; no entorpece la eficacia de la otra cura.
CONTROL MÉDICO
Muy importante: la constatación de si este tratamiento ha curado o no el cáncer no se puede determinar por meras impresiones subjetivas. Es preciso un conocimiento objetivo, que sólo se puede obtener mediante los controles médicos.
Por eso hay que recurrir a ellos, tanto antes de empezar el tratamiento (para saber cuanto cáncer hay) como después una vez comenzado el tratamiento (para saber si el cáncer progresa aún, o se ha estabilizado ya, o disminuye, o ha dejado de existir). Solo los resultados de esos controles pueden determinar con seguridad el estado del cáncer y no las sensaciones de mejoría que pueden sentir los enfermos.
En efecto es muy frecuente que este tratamiento produzca pronto en el enfermo una cierta sensación de bienestar y de mejoría. Pero esos síntomas no constituyen ningún índice de que el cáncer está realmente curado. Es peligroso, pues dejarse guiar por esas sensaciones. El tratamiento consiste en la toma de un jarabe que se hace con la planta llamada "aloe" .Sus hojas son duras y su bordes espinosos. Su contenido interior es baboso. Su sabor es muy amargo. Su nombre en español es SÁVILA, atzavara, en catalán, y erva en portugués. Crece en regiones más bien secas.
El jarabe se hace con los siguientes elemento:
Preparación:
Dos hojas grandes (o más o menos pequeñas) de esa planta, que no sean ni muy viejas ni muy jóvenes (peso total de unos 300 gramos).
Tras lavarlas (para quitarles el polvo), quitar las espinas del borde y recortar ligeramente sus rebordes.
-Medio kilo de miel.
-Siete u ocho cucharadas de coñac o de whisky ( en otras recetas se indican solamente 3 o 4 cucharadas.
Pasar todo ello por una batidora durante uno o dos minutos.
Resultará una especie de bebida cremosa. Su sabor es poco extraño, pero no sabe mal. El jarabe formado por las indicadas cantidades de estos elementos constituye una UNIDAD DE TRATAMIENTO.
POSOLOGÍA
Antes de tomarlo agitar el frasco (para que se mezclen bien los diversos componentes). Tomar una cucharada de este jarabe tres veces al día : mañana, mediodía y cena, de un cuarto de hora a una media hora antes de tomar cualquier otro alimento. La cantidad de la preparación indicada puede durar unos diez días. No interrumpir la toma de la UNIDAD DE TRATAMIENTO hasta su consumición total (aunque parezca que hay síntomas de mejoría).
DURACIÓN DEL TRATAMIENTO
Se ha señalado antes la gran importancia de los controles médicos. Lo ideal ,si bien por diversas razones no siempre es posible, sería hacer un primer análisis de <<>> cáncer se tiene antes de comenzar el tratamiento, y otro análisis después de cada unidad de tratamiento es decir, unas dos semanas.
Tras cada unidad de tratamiento, caben cinco hipótesis:
1 ) El cáncer sigue creciendo: no hay todavía síntoma de curación. Tomar otra unidad de tratamiento.
2 ) Después de la toma de dos unidades de tratamiento, el cáncer sigue creciendo. Doblar la dosis. O sea., tomar el jarabe como antes, mañana, mediodía y cena pero, esta vez, dos cucharadas en de una sola. Y así otra vez de nuevo, si es preciso, hasta que deje de crecer el cáncer.
3 ) El cáncer ya no crece, se ha detenido : buena señal. Tomar una nueva unidad de tratamiento normal. O sea, en caso de que se hubiese doblado antes la dosis, volver a tomar una sola cucharada mañana, mediodía y cena.
4 ) El cáncer disminuye: muy buena señal. Hacer un nuevo tratamiento de diez días, y repetirlo si es necesario, hasta que desaparezca del todo.
5 ) E l cáncer ha desaparecido del todo. Son muy frecuentes los casos en que ha bastado una sola unidad de tratamiento para que se haya eliminado el cáncer. Entonces se puede hacer dos cosas: o bien cesar definitivamente el tratamiento, o bien tomar todavía una nueva unidad de tratamiento más, como prevención al menos para un año, como queda dicho.
Ahora bien, desgraciadamente no siempre se puede conseguir que le hagan a uno todos esos controles del cáncer en los tiempos ideales que se acaban de indicar: exactamente antes del comienzo del tratamiento y después del la toma de cada unidad de tratamiento. Entonces no cabe otro remedio que esperar y adaptarse a los ritmos de control que los médicos proporcionan. Como sólo estos controles pueden asegurar con certeza el grado de curación conseguido, tendrá que ser uno mismo el que tendrá que repetir el tratamiento , según el grado de cáncer detectado por los controles disponibles.
NOTA IMPORTANTE: Cuando se toman varias unidades de tratamiento entre la toma una unidad y la siguiente, hay que guardar siempre un intervalo de unos siete días, porque la planta es un tanto tóxica. Con estas interrupciones, toma repetida de este tratamiento no hace nunca daño. Por esta razón, en los casos en que uno no puede disponer de los controles médicos en las condiciones ideales, no se corre ningún peligro con la repetición del tratamiento aun cuando no fuese ya necesario, porque como queda dicho, no hay que temer nada por la repetición del tratamiento se hace con las interrupciones semanales señaladas.
OBSERVACIÓN: Es recomendable abstenerse lo más posible de comer carne durante el tratamiento. Alimentarse más bien de verduras y fruta. El tomar carne puede retardar el efecto del tratamiento aunque, de todos modos, el tratamiento terminaría por prevalecer. Por último, como queda dicho, se puede tomar una unidad de tratamiento aun cuando no se tenga ningún síntoma de cáncer, a modo de simple prevención.